Encontrados 57 resultados para: meses

  • Allí permaneció tres meses y Yavé bendijo a Obededom y a toda su familia. (2 Samuel 6, 11)

  • Así recorrieron todo el país y regresaron a Jerusalén después de nueve meses y veinte días. (2 Samuel 24, 8)

  • ¿Quieres que el pueblo sufra hambre durante tres años?, ¿o bien prefieres tener que huir durante tres meses ante tus enemigos?, ¿o deseas que el país sea asolado por la peste durante tres días? Ahora piénsalo bien, pues debo llevar tu respuesta al que me envió.» (2 Samuel 24, 13)

  • Los enviaba al Líbano por turnos de diez mil al mes. Estos pasaban un mes trabajando en el Líbano, y dos meses en sus casas. Adoniram estaba al frente de ellos. (1 Reyes 5, 14)

  • pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta exterminar a todos los varones. (1 Reyes 11, 16)

  • Zacarías, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel, en su capital de Samaria, el año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá. Durante los seis meses que se mantuvo en el poder, (2 Reyes 15, 8)

  • Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre era Jamital, hija de Jeremías de Libná. (2 Reyes 23, 31)

  • Joaquín tenía dieciocho años de edad cuando sucedió a su padre y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre era Nejusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. (2 Reyes 24, 8)

  • Estos seis le nacieron en Hebrón, donde reinó siete años y seis meses. Reinó en Jerusalén treinta y tres años. (1 Crónicas 3, 4)

  • El Arca de Dios habitó tres meses en la casa de Obededom y Yavé hizo prosperar su casa y cuanto tenía. (1 Crónicas 13, 14)

  • tres años de hambre o tres meses de derrotas ante tus enemigos que te perseguirán con su espada, o bien tres días durante los cuales la espada de Yavé, la peste, aqueje el país y el Angel de Yavé haga estragos en todo el territorio de Israel. Ahora, pues, contéstame, ya que tengo que responder al que me envía.» (1 Crónicas 21, 12)

  • Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. (2 Crónicas 36, 2)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina