Encontrados 200 resultados para: levantó

  • El día veinte del segundo mes del año segundo se levantó la Nube de encima de la Morada del Testimonio, (Números 10, 11)

  • El pueblo se levantó, y toda esa noche y todo el día siguiente se dedicó a recoger codornices. El que menos tenía había juntado diez grandes medidas. Las pusieron a secar alrededor del campamento. (Números 11, 32)

  • Moisés levantó su mano y golpeó dos veces la roca con su varilla. Entonces brotó agua en abundancia y tuvieron para beber la comunidad y su ganado. (Números 20, 11)

  • Balaam se levantó muy de madrugada y les dijo a los jefes enviados por Balac: "Regresen a su país, porque Yavé no quiso que fuera con ustedes". (Números 22, 13)

  • Balaam se levantó muy de mañana, ensilló su burra y se fue con los jefes de Moab. (Números 22, 21)

  • Cuando Balaam levantó la vista, vio a Israel agrupado por tribus; entonces el espíritu de Dios se apoderó de él. (Números 24, 2)

  • Josué se levantó de madrugada, partió de Setim con todo el pueblo de Israel y llegaron hasta el río Jordán. Allí acamparon, esperando atravesarlo. (Josué 3, 1)

  • Mientras Josué estaba cerca de Jericó, levantó los ojos y vio delante de sí a un hombre con una espada desenvainada en la mano. Se dirigió a él y le dijo: «¿Eres tú de los nuestros o de los enemigos?» (Josué 5, 13)

  • Al día siguiente, Josué se levantó de madrugada; los sacerdotes tomaron el Arca y los que tocaban las siete trompetas pasaron otra vez delante del Arca. (Josué 6, 12)

  • Josué se levantó de madrugada y ordenó que se presentaran las tribus de Israel. La suerte cayó sobre la tribu de Judá. (Josué 7, 16)

  • Muy de mañana, Josué se levantó y pasó revista a su ejército y luego se marchó al frente del pueblo, acompañado de los jefes. (Josué 8, 10)

  • Y el rey se levantó de su silla. Entonces Ehud, con su mano izquierda, tomó el puñal que llevaba sobre el muslo derecho y se lo hundió en el vientre. (Jueces 3, 21)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina