Encontrados 200 resultados para: levantó

  • Gedeón levantó en aquel lugar un altar a Yavé y lo llamó Yavé-Paz. Todavía hoy está en Ofrá de Abiezer. (Jueces 6, 24)

  • Así sucedió. Gedeón se levantó de madrugada, estrujó el vellón y exprimió su rocío, llenando una copa de agua. (Jueces 6, 38)

  • Jerubaal, es decir, Gedeón, se levantó temprano junto con toda la gente que estaba con él y acampó más arriba de Jarod. El campamento de los madianitas estaba más al norte y se extendía desde la loma de Moré hasta el llano. (Jueces 7, 1)

  • Zebaj y Salmuná dijeron entonces: «Levántate tú y mátanos, porque, según es el hombre, es su valentía.» Gedeón se levantó y los mató a los dos, y tomó para sí los adornos que sus camellos llevaban al cuello. (Jueces 8, 21)

  • Abimelec se levantó de noche con todas las tropas de que disponía y se emboscaron frente a Siquem, repartidos en cuatro grupos. (Jueces 9, 34)

  • Manoaj se levantó y, siguiendo a su esposa, llegó donde el hombre y le dijo: «¿Eres tú el que has hablado con esta mujer?» (Jueces 13, 11)

  • Sansón durmió hasta medianoche; y, a medianoche, se levantó, tomó las hojas de la puerta de la ciudad con su marco, las arrancó junto con la barra, se las cargó a las espaldas y las llevó hasta la cumbre del cerro que está frente a Hebrón. (Jueces 16, 3)

  • Se levantó el levita para partir, pero el suegro le porfió y se quedó aquella noche. (Jueces 19, 7)

  • Pero el levita no quiso pasar allí la noche; se levantó, partió y llegó frente a Jebús, o sea, Jerusalén. Llevaba consigo los dos burros cargados, su concubina y su criado. (Jueces 19, 10)

  • Por la mañana se levantó su marido, abrió las puertas de la casa y salió para continuar su camino. Entonces vio a la mujer, su concubina, tendida a la entrada de la casa, con las manos en el umbral, (Jueces 19, 27)

  • Todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijo: «Ninguno de nosotros marchará a su tienda, nadie volverá a su casa. (Jueces 20, 8)

  • Al día siguiente el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. (Jueces 21, 4)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina