Encontrados 23 resultados para: invocó

  • A Set también le nació un hijo, y le puso el nombre de Enós; él fue el primero que invocó el nombre de Yavé. (Génesis 4, 26)

  • Desde allí pasó a la montaña, al oriente de Betel, y plantó su tienda de campaña, teniendo Betel al oeste y Hay al oriente. También aquí edificó un altar a Yavé e invocó su Nombre. (Génesis 12, 8)

  • Agar invocó a Yavé que le hablaba, dándole este nombre: «Tú eres El-Roí.» Porque pensó: «No hay duda que he visto a Aquel que me ve.» (Génesis 16, 13)

  • Abrahán plantó un árbol de tamarindo en Bersebá y allí invocó el nombre de Yavé, Dios Eterno. (Génesis 21, 33)

  • Levantó allí un altar e invocó el nombre de Yavé. Luego plantó allí mismo su tienda, y sus hombres cavaron un pozo. (Génesis 26, 25)

  • Yavé bajó en una nube y se quedó allí junto a él. Moisés entonces invocó el Nombre de Yavé, (Exodo 34, 5)

  • Manoaj invocó a Yavé y dijo: «Te ruego, Señor, que el hombre de Dios que has enviado venga otra vez donde nosotros y nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que va a nacer.» (Jueces 13, 8)

  • Entonces sintió una sed terrible e invocó a Yavé diciendo: «Tú has logrado esta gran victoria por mano de tu siervo y ahora voy a morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos.» (Jueces 15, 18)

  • Sansón invocó a Yavé y exclamó: «Señor, Yavé, dígnate acordarte de mí, devuélveme la fuerza nada más que por esta vez para que de un golpe me vengue de los filisteos por mis dos ojos.» (Jueces 16, 28)

  • A Samuel no le gustó nada que le hubieran dicho: «Danos un rey para que nos gobierne»; e invocó a Yavé. Y Yavé dijo a Samuel: «Dale a tu pueblo lo que te pide. (1 Samuel 8, 6)

  • Invocó Samuel a Yavé, que hizo tronar y llover ese mismo día, y todo el pueblo tuvo gran temor a Yavé y a Samuel. (1 Samuel 12, 18)

  • El profeta Isaías invocó a Yavé, y Yavé hizo retroceder la sombra línea por línea, en los diez grados que ya había subido. (2 Reyes 20, 11)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina