Encontrados 54 resultados para: hayas

  • Tendrás que vomitar el bocado que hayas comido, y habrás perdido tus buenas palabras. (Proverbios 23, 8)

  • El bien que hayas hecho a tu padre no será olvidado; se te tomará en cuenta como una reparación de tus pecados. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 14)

  • Hablar a un tonto es como hablar a un hombre adormecido; cuando hayas terminado preguntará: "¿De qué se trata?" (Sirácides (Eclesiástico) 22, 10)

  • Cuando hayas hecho todo lo necesario, volverás a tu asiento para alegrarte con ellos. Entonces recibirás la corona por tu buena organización. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 2)

  • El Señor la decretó para todo ser viviente: ¿rehusarás algo que le pareció bueno al Altísimo? Ya sea que hayas vivido diez, cien o mil años, a nadie le importarará eso en la Morada de abajo. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 4)

  • El Señor te dará la lluvia para las semillas que hayas sembrado en el campo, y el pan que te producirá la tierra será sustancioso y nutritivo. Tu ganado pastará entonces en grandes potreros. (Isaías 30, 23)

  • ¡Ay de ti, salteador que no has sido saqueado, traidor que no has sido traicionado! Cuando hayas terminado tus asaltos, te saltearán, y cuando hayas acabado con tus robos, te pillarán. (Isaías 33, 1)

  • Alza los ojos hacia los cerros y mira: no hay lugar en que no te hayas prostituido. Junto al camino te sentabas para esperar, como la mujer árabe en el desierto, y manchaste tu país con tus prostituciones y tus crímenes. (Jeremías 3, 2)

  • Entonces Jeremías preguntó: «¿Qué mal he cometido contra ti o tus servidores o contra este pueblo, para que me hayas encarcelado? (Jeremías 37, 18)

  • Y tú, hijo de hombre, no les temas, no temas a sus amenazas; serán para ti como zarzas u ortigas, como un escorpión donde te hayas sentado. No tengas miedo de sus palabras, no temas ante ellos: ¡no son más que una raza de rebeldes! (Ezequiel 2, 6)

  • Toma después una lámina cortante, hijo de hombre, afílala como navaja de barbero y pásatela por la cabeza y por la barba. En seguida, toma una balanza y reparte los pelos que te hayas cortado. (Ezequiel 5, 1)

  • Tendrás en tu mano ante sus ojos los trozos de madera en los que hayas escrito (Ezequiel 37, 20)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina