Encontrados 450 resultados para: gran

  • Vendrán siete años de gran abundancia en todo Egipto, (Génesis 41, 29)

  • Había escasez por todo el pais, pero José abrió los almacenes y vendió trigo a los egipcios. Una gran hambruna asolaba todo el mundo. (Génesis 41, 56)

  • Dios, pues, me ha enviado por delante de ustedes, para que nuestra raza sobreviva en este país: ustedes vivirán aquí hasta que suceda una gran liberación. (Génesis 45, 7)

  • «Aquí estoy», contestó él. Y Dios prosiguió: «Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación. (Génesis 46, 3)

  • Hemos venido a vivir en este país porque ya no quedaban pastos para nuestros rebaños, debido a la gran sequía que asola el país de Canaán. Por eso te rogamos que nos permitas vivir en la tierra de Gosén.» (Génesis 47, 4)

  • Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros.» (Exodo 14, 25)

  • Ahora, pues, deja que estalle mi furor contra ellos. Voy a exterminarlos, mientras que de ti yo haré nacer un gran pueblo.» (Exodo 32, 10)

  • Al día siguiente Moisés dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado, pero voy a subir donde Yavé. Ojalá pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado.» (Exodo 32, 30)

  • Al volver Moisés donde Yavé le dijo: «Este pueblo ha cometido un gran pecado con estos dioses de oro que se hicieron. (Exodo 32, 31)

  • «Habla a los hijos de Israel y diles: El día primero del séptimo mes será para ustedes el Gran Sábado, proclamado con sonar de trompeta, con una reunión sagrada. (Levítico 23, 24)

  • Yo me inclinaré hacia ustedes y mi alianza con ustedes cobrará pleno vigor; tendrán familias numerosas y llegarán a ser un gran pueblo; (Levítico 26, 9)

  • Perdona pues el pecado de este pueblo con esa gran misericordia y esa paciencia que has tenido para con él, desde su salida de Egipto hasta el día de hoy". (Números 14, 19)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina