Encontrados 463 resultados para: estaban

  • Sus cuatro columnas y basas eran de bronce, sus ganchos y varillas de plata. Sus capiteles estaban cubiertos de plata. (Exodo 38, 19)

  • El Efod tenía dos hombreras que se juntaban y estaban unidas por sus extremos. (Exodo 39, 4)

  • Ellos fueron al momento y llevándolos vestidos como estaban con las túnicas de lino, los sacaron fuera, conforme Moisés les mandó. (Levítico 10, 5)

  • Los hijos de Guersón estaban encargados de la tienda, de su toldo y de la cortina de entrada a la Tienda de las Citas, (Números 3, 25)

  • A su cargo estaban el Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados que se usan en el culto, el velo y todo su servicio. (Números 3, 31)

  • Al este, frente a la Morada, delante de la Tienda de las Citas hacia oriente, acampaban Moisés y Aarón con sus hijos, que estaban en cargados del Santuario en nombre de los hijos de Israel. Cualquier laico que se acercara, sería muerto. (Números 3, 38)

  • Pero no dio ni buey ni carreta a los hijos de Quehat, porque estaban a cargo del servicio del santuario y llevaban su carga al hombro. (Números 7, 9)

  • Pero sucedió que algunos hombres estaban impuros por haber tocado un cadáver humano y no pudieron celebrar la Pascua aquel día. Se presentaron a Moisés y Aarón el mismo día, (Números 9, 6)

  • Cuando los israelitas estaban en el desierto, vieron a un hombre recogiendo leña un día sábado. (Números 15, 32)

  • Bajaron vivos al Lugar de los muertos, junto con todos los que estaban con ellos. La tierra los tapó y desaparecieron de la vista de la comunidad. (Números 16, 33)

  • Todos los israelitas que estaban en los alrededores salieron huyendo y decían: "¡No vaya a tragarnos también la tierra!" (Números 16, 34)

  • Yavé le dijo a Moisés y Aarón cuando estaban en el monte Hor, en la frontera con Edom: (Números 20, 23)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina