Encontrados 463 resultados para: estaban

  • mientras los seiscientos hombres danitas con sus armas estaban en el umbral de la puerta. (Jueces 18, 16)

  • Estaban ya lejos de la casa de Miqueas cuando la gente de las casas vecinas se puso a gritar y salió en su persecución. (Jueces 18, 22)

  • Nadie vino a ayudarlos porque estaban lejos de Sidón y no tenían relaciones con nadie. La ciudad estaba situada en el valle que se extiende hacia Bet-Rejob. Reconstruyeron la ciudad, se establecieron en ella, (Jueces 18, 28)

  • Los vecinos de Guibea se presentaron con la intención de maltratarnos y rodearon por la noche la casa; estaban decididos a matarme a mí y abusaron tanto de mi concubina, que murió. (Jueces 20, 5)

  • Entonces la comunidad envió mensajeros a los benjaminitas que estaban en la peña de Rimmón para hacer las paces. (Jueces 21, 13)

  • Cuando estaban en camino de regreso a Judá, Noemí dijo a sus nueras: «Creo que es mejor que ustedes se vayan a sus casas. (Rut 1, 8)

  • Al ver esto, Booz dijo a todos los que estaban presentes: «Ustedes son testigos de que hoy día Noemí me ha vendido todo lo que pertenecía a su marido Elimelec y a sus hijos, (Rut 4, 9)

  • Todos los años, Elcaná subía desde su ciudad al santuario de Silo para adorar a Yavé y ofrecerle sacrificios. Allí estaban los sacerdotes de Yavé, Jofni y Finjas, que eran hijos de Helí. (1 Samuel 1, 3)

  • Los que estaban satisfechos van a trabajar por un pedazo de pan, mientras que los débiles descansan. La mujer estéril da a luz siete veces; pero se marchita la madre de muchos hijos. (1 Samuel 2, 5)

  • Un hombre de Dios vino a Helí con este mensaje: «Así dice Yavé: Me di a conocer a la familia de Aarón, tu padre, cuando estaban en Egipto al servicio del Faraón, (1 Samuel 2, 27)

  • Pero al amanecer del día siguiente encontraron otra vez a Dagón en el suelo delante del Arca de Yavé; su cabeza y sus manos estaban rotas en el umbral de la puerta, solamente el tronco de Dagón había quedado donde cayó. (1 Samuel 5, 4)

  • Así lo hicieron: tomaron dos vacas que estaban criando, las enyugaron a la carreta y encerraron sus terneritos en el establo. (1 Samuel 6, 10)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina