Encontrados 139 resultados para: esas

  • Daniel se puso a reír y, deteniendo al rey para que no pasara más adentro, le dijo: «Mira, mira el pavimento y observa de quién son esas pisadas.» (Daniel 14, 19)

  • Cuando Yavé comenzó a hablar por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Vete y cásate con una de esas mujeres que se entregan a la prostitución sagrada y ten hijos de esa prostituta. Porque el país se está prostituyendo al apartarse de Yavé.» (Oseas 1, 2)

  • Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino. (Amós 5, 11)

  • Pobre de mí, pues me parezco a los que recogen espigas después de la siega o a los que rebuscan racimos después de la vendimia, pero no hay ni un racimito para probarlo ni una de esas primeras brevas que me gustan. (Miqueas 7, 1)

  • Ese día ya no tendrás que avergonzarte de todas esas faltas que cometes contra mí, pues de en medio de ti yo arrancaré a aquellos que se jactan de su orgullo y tú no seguirás vanagloriándote de mi montaña santa. (Sofonías 3, 11)

  • Pregunté al ángel que estaba conmigo qué querían decir esas cosas. (Zacarías 4, 4)

  • Así me habló Yavé, mi Dios: «Encárgate de esas ovejas que van al matadero. (Zacarías 11, 4)

  • Y si alguno le llega a preguntar: «¿Por qué tienes entonces esas cicatrices en tu cuerpo?», él se defenderá diciendo: «Son heridas que me hicieron mis amigos.» (Zacarías 13, 6)

  • Entonces saldrá Yavé a combatir; peleará con esas naciones como lo hace en los días de batalla. (Zacarías 14, 3)

  • Los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el Padre del Cielo, Padre de ustedes, sabe que necesitan todo eso. (Evangelio según San Mateo 6, 32)

  • Por lo tanto, busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y se les darán también todas esas cosas. (Evangelio según San Mateo 6, 33)

  • Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente, y los largos flecos de su manto. (Evangelio según San Mateo 23, 5)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina