Encontrados 139 resultados para: esas

  • Lo hizo peor aún en su prostitución cuando vio esas imágenes de Caldeos pintadas de color rojo, de esos hombres que se veían pintados en los muros, (Ezequiel 23, 14)

  • Por eso mismo abriré el flanco de Moab y arrasaré de una frontera a otra con esas ciudades que son el ornato del país: Bet-Jerimot, Baal-Meón y Cariataim. (Ezequiel 25, 9)

  • Me apoderaré de sus despojos y reuniré un botín, extenderé mi mano sobre esas ruinas que se repoblaron, sobre ese pueblo que regresó de las naciones, que vive del pastoreo y del comercio y que vive en el ombligo de la tierra. (Ezequiel 38, 12)

  • esas mesas en las que se ponía la carne de los sacrificios tenía un borde sobresaliente de una palma de ancho en todo el derredor. (Ezequiel 40, 43)

  • El tabique de esas piececitas tenía una vara de ancho alrededor de toda la Casa. (Ezequiel 41, 8)

  • En efecto, esas galerías tenían tres pisos y no tenían columnas como las de los patios; por eso había un estrechamiento con respecto a las salas inferiores o a las del medio. El muro de las salas que daba al exterior, en dirección al patio exterior, tenía cincuenta codos de largo. (Ezequiel 42, 6)

  • Viniendo desde el patio exterior había encima de esas salas una entrada que daba al este. (Ezequiel 42, 9)

  • Al lado de ellas pasaba un corredor, esas salas tenían el mismo aspecto que las piezas que se encontraban al norte: la misma longitud, el mismo ancho, la misma puerta, la misma disposición, la misma entrada. (Ezequiel 42, 11)

  • Cuando los sacerdotes salgan del santuario al patio exterior, dejarán allí las vestimentas con que oficiaron, porque esas vestimentas son santas. Se pondrán otras y entonces irán al patio reservado al pueblo. (Ezequiel 42, 14)

  • E inmediatamente se cumplieron esas palabras en Nabucodonosor: fue arrojado de entre los hombres, se alimentó de hierba, como los bueyes, el rocío del cielo mojó su cuerpo, de modo que le crecieron los cabellos como plumas de águila y las uñas como las de las aves (Daniel 4, 30)

  • Fue él quien te mandó la mano que escribió esas palabras (Daniel 5, 24)

  • Cuando me dijo esas palabras, agaché mi cabeza y quedé en silencio; (Daniel 10, 15)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina