Encontrados 121 resultados para: enviado

  • ¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz. (Isaías 61, 1)

  • Al volver Jeremías de Tofet, lugar donde Yavé lo había enviado a profetizar, se paró a la entrada de la Casa de Yavé. Allí dijo ante toda la gente: (Jeremías 19, 14)

  • Voy a castigar los profetas de sueños mentirosos que son buenos para contarlos y que desorientan a mi pueblo con sus embustes y extravagancias. Yo no los he enviado ni les mandado órdenes, y no sirven para nada a este pueblo, dice Yavé. (Jeremías 23, 32)

  • Respondió Jeremías: «Yavé me ha enviado a decirles todas las palabras que han escuchado respecto de su templo y de esta ciudad. (Jeremías 26, 12)

  • Pero sepan que yo soy inocente y, si me matan, cargarán con un crimen, tanto ustedes como la ciudad de Jerusalén y todos sus habitantes, porque es verdad que Yavé me ha enviado para decirles en forma directa todas estas palabras.» (Jeremías 26, 15)

  • Después Jeremías dijo a Ananías: «Escúchame tú: Yavé no te ha enviado y tú has engañado a este pueblo dándole una falsa seguridad. (Jeremías 28, 15)

  • La llevaron Elasa, hijo de Safán, y Gamarías, hijo de Elcías, a quienes Sedecías, rey de Judá, había enviado a Babilonia, para que se presentaran al rey Nabucodonosor. La carta decía así: (Jeremías 29, 3)

  • Ya que nos ha enviado a Babilonia este mensaje: «Su permanencia por allá será larga. Construyan casas y habítenlas; planten árboles frutales y aprovechen sus frutos.» (Jeremías 29, 28)

  • y le dijeron: «¿No sabes que Baalis, rey de los amonitas, ha enviado a Ismael, hijo de Netanías, para asesinarte?» Pero Godolías no les creyó. (Jeremías 40, 14)

  • Acaba de llegar un mensaje de Yavé, un mensajero ha sido enviado a todas las naciones: «Júntense y marchen contra este pueblo. Prepárense para la guerra.» (Jeremías 49, 14)

  • El fuego, también enviado de arriba para abrasar los cerros y los bosques, cumple lo que se le ha ordenado. Mas estos ídolos no se parecen a ninguna de esas cosas ni en la belleza ni en la fuerza. (Baruc 6, 62)

  • Esto dice el Señor: He enviado en contra de Jerusalén a mis cuatro terribles castigos: la espada, el hambre, las fieras feroces y la peste, porque quiero acabar con hombres y animales. (Ezequiel 14, 21)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina