Encontrados 67 resultados para: entraron

  • Entonces Moisés y Aarón entraron en la Tienda de las Citas y, cuando salieron, bendijeron al pueblo. En ese instante la Gloria de Yavé se apareció a todo el pueblo: (Levítico 9, 23)

  • Entraron hasta el valle de Escol y vieron la tierra, pero luego desanimaron a los israelitas, que ya no quisieron entrar en la tierra que Yavé les había dado. (Números 32, 9)

  • Así lo hizo Josué y, a esta señal, los de la emboscada surgieron de sus puestos y corrieron hasta la ciudad, donde entraron. La tomaron y le prendieron fuego. (Josué 8, 19)

  • Ese tercer día los israelitas partieron y entraron a sus ciudades: Gabaón, Carifá, Beriot y Cariatiarim. (Josué 9, 17)

  • El se lo indicó. Entraron y pasaron la ciudad a cuchillo, pero dejaron libre a aquel hombre y a toda su familia. (Jueces 1, 25)

  • Un día salieron éstos al campo a vendimiar sus viñas, pisaron las uvas, hicieron fiestas y entraron en el templo de su dios, donde comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Llegando allá, entraron en la casa del joven levita, la casa de Miqueas, y le dieron el saludo de paz, (Jueces 18, 15)

  • Los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra subieron, entraron y tomaron la estatua, el mueble para sacar la suerte y los idolitos, mientras el sacerdote estaba en la puerta con los seiscientos hombres armados. (Jueces 18, 17)

  • Entraron los enviados y encontraron en la cama una estatua que tenía la cabeza envuelta en un tejido de pelos de cabra. (1 Samuel 19, 16)

  • Recab y su hermano Baamá entraron, pues, sin ser vistos al dormitorio de la casa donde Isbaal estaba acostado. Lo golpearon mortalmente, le cortaron la cabeza y caminaron toda la noche por la ruta de Arabá. (2 Samuel 4, 7)

  • Apenas había terminado de hablar cuando entraron los hijos del rey, gritando y llorando. También el rey y sus acompañantes se pusieron a llorar. (2 Samuel 13, 36)

  • Los servidores de Absalón entraron en la casa de la mujer y preguntaron: «¿Dónde están Ajimás y Jonatán?» Ella respondió: «Ya han pasado el estanque.» Se pusieron a buscarlos, pero como no los encontraron, se volvieron a Jerusalén. (2 Samuel 17, 20)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina