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El culto a los dioses, que ni siquiera merecen tal nombre, es el comienzo, la causa y el fin de todo mal. (Sabiduría 14, 27)
Habían adoptado como dioses a ídolos venidos de todas las naciones - imágenes incapaces de ver con sus ojos, respirar con su nariz, oír con sus oídos; que no podían ni tocar con sus dedos ni caminar con sus pies. (Sabiduría 15, 15)
Luego vinieron los Jueces: cada uno de ellos tiene su propia fama. Su corazón no se vendió a los falsos dioses, y no se apartaron del Señor. ¡Que sean benditos para siempre! (Sirácides (Eclesiástico) 46, 11)
Y si les dicen a ustedes: «Consulten a los espíritus y a los adivinos que cuchichean y murmuran», respondan: «¡Por supuesto, todo pueblo debe consultar a sus dioses! ¡A ver si los muertos podrán aconsejar a los que viven!» (Isaías 8, 19)
En tu corazón decías: «Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios, me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá donde el Norte se termina; (Isaías 14, 13)
Pues bien, veo acercarse la caballería y a los jinetes, formados de dos en dos.» Entonces me han hablado y me han dicho: «Cayó, cayó Babilonia y todas las estatuas de sus dioses han rodado por el suelo hechas pedazos.» (Isaías 21, 9)
Ezequías los está engañando al decirles: «Yavé nos salvará.» ¿Pudieron, acaso, los dioses de las naciones salvar cada uno a su país de las manos del rey de Asur? (Isaías 36, 18)
¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arpad? ¿Dónde los dioses de Sefarvaim?, ¿dónde los de Samaria? ¿Fueron capaces de libertar a Samaria de mis manos? (Isaías 36, 19)
¿Cuál de todos los dioses de esos países ha salvado a su país de mis manos? ¿Cómo, pues, Yavé podría salvar de mis manos a Jerusalén?» (Isaías 36, 20)
y ¿tú piensas que te vas a librar? ¿De qué les sirvieron sus dioses a las naciones que mis padres conquistaron, a Gozán, Jarán, Résef, y a los arameos de Tel-basar? (Isaías 37, 12)
Y han echado al fuego a sus dioses, aunque no son dioses sino hechura de mano de hombre, de madera o de piedra, y por eso han sido destruidos. (Isaías 37, 19)
indiquen lo que pasará en el futuro, para que sepamos si ustedes son dioses. Hagan algo al menos, bueno o malo, para que lo veamos y los respetemos. (Isaías 41, 23)