Encontrados 343 resultados para: cinturón de la verdad

  • Josué, entonces, le dijo: «Hijo mío, confiesa la verdad ante Yavé, Dios de Israel, y hónralo. Dime lo que has hecho sin disimular nada.» (Josué 7, 19)

  • Acán respondió: «Es verdad que he pecado contra Yavé. (Josué 7, 20)

  • Gedeón dijo a Dios: «Si de verdad vas a salvar por mi mano a Israel, como has dicho, concédeme esto. (Jueces 6, 36)

  • Entonces le dijo la verdad: «Nunca me han cortado el pelo porque soy nazireo, consagrado a Dios, desde el seno de mi madre. Si me cortaran el pelo perdería mi fuerza y sería como cualquier hombre.» (Jueces 16, 17)

  • Dalila comprendió que esta vez había dicho la verdad y llamó a los jefes de los filisteos diciendo: «Vengan, porque Sansón me ha descubierto su secreto.» Vinieron y le entregaron el dinero prometido. (Jueces 16, 18)

  • Bien es verdad que el pueblo ha tomado las ovejas y vacas, lo mejor, pero esto fue para sacrificarlo a Yavé en Guilgal.» (1 Samuel 15, 21)

  • Después, David se abrochó el cinturón con la espada por sobre la coraza, pero no pudo andar porque no estaba acostumbrado. Y se deshizo de todas estas cosas. (1 Samuel 17, 39)

  • Jonatán se despojó del manto que llevaba y se lo dio a David, y también le dio su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón. (1 Samuel 18, 4)

  • David rogó así a Yavé: «Oh, Dios de Israel, he oído decir que Saúl se dispone a atacar a Queilá por causa mía. ¿Es verdad esto? (1 Samuel 23, 10)

  • Entonces el rey dijo a la mujer: «Te pido que digas la verdad de todo cuanto voy a preguntarte.» La mujer respondió: «Diga mi señor, el rey.» (2 Samuel 14, 18)

  • Joab le dijo al que le traía la noticia: «Ya que lo viste así, ¿por qué no lo mataste? Te habría recompensado con diez monedas de plata y un cinturón.» (2 Samuel 18, 11)

  • Ella quedó maravillada, y dijo al rey: «Realmente era verdad lo que me habían dicho de ti y de tu sabiduría. (1 Reyes 10, 6)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina