Encontrados 201 resultados para: caso

  • Y dijo Saray a Abram: «Ya que Yavé me ha hecho estéril, toma a mi esclava y únete a ella, a ver si yo tendré algún hijo por medio de ella.» Abram hizo caso a las palabras de su esposa. (Génesis 16, 2)

  • Vivió en el desierto de Parán, donde su madre lo casó con una mujer egipcia. (Génesis 21, 21)

  • Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este juramento. Pero en ningún caso llevarás para allá a mi hijo.» (Génesis 24, 8)

  • Jacob entonces dio a su hermano pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió, y después se marchó. No hizo mayor caso de sus derechos de primogénito. (Génesis 25, 34)

  • Su madre le replicó: «Tomo para mí la maldición. Pero tú, hijo mío, hazme caso, y vé a buscar lo que te pedí.» (Génesis 27, 13)

  • Por lo tanto, hijo mío, hazme caso y huye ahora mismo a Jarán, a la casa de mi hermano Labán., (Génesis 27, 43)

  • Pero si no nos hacen caso y no se circuncidan, tomaremos a nuestra hermana y nos iremos.» (Génesis 34, 17)

  • Mejor vendámoslo a esos ismaelitas y no pongamos nuestras manos sobre él, pues es nuestro hermano y carne nuestra.» Sus hermanos le hicieron caso, (Génesis 37, 27)

  • y ellos comentaban entre sí: «Verdaderamente estamos pagando lo que hicimos con nuestro hermano, pues a pesar de ver su aflicción y de oír sus súplicas, no le hicimos caso. Por eso ahora ha venido sobre nosotros esta desgracia.» (Génesis 42, 21)

  • Un hombre de la tribu de Leví se casó con una niña de su misma tribu. (Exodo 2, 1)

  • Los jefes de Israel te harán caso y, con ellos te presentarás al rey de Egipto. Tú le dirás: El Dios de los hebreos, Yavé, nos salió al encuentro: deja que caminemos tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios a Yavé, nuestro Dios. (Exodo 3, 18)

  • Y si no creen todavía con los dos prodigios y no te hacen caso, toma agua del río y derrámala; en cuanto toque el suelo, el agua del río se convertirá en sangre.»Aarón, intérprete de Moisés (Exodo 4, 9)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina