Encontrados 346 resultados para: cabeza

  • Perdieron la cabeza, dejando de mirar al Cielo y olvidando sus justos juicios (Daniel 13, 9)

  • Los dos ancianos, levantándose en medio del pueblo, pusieron las manos sobre la cabeza de Susana. (Daniel 13, 34)

  • Pero el ángel del Señor lo tomó por la cabeza y llevándolo de los cabellos lo puso en Babilonia, junto al foso, con la rapidez de un espíritu. (Daniel 14, 36)

  • Los extranjeros consumen sus energías sin que se dé cuenta. Su cabeza está sembrada de canas y él no lo nota. (Oseas 7, 9)

  • Efraím es una vaquilla bien domesticada, a la que le gusta trillar; pero yo voy a poner un yugo sobre su hermosa cabeza: (Oseas 10, 11)

  • Y ustedes, ¿qué son ustedes para mí, Tiro y Sidón y todos los distritos de Filistea? ¿Tomarán acaso represalias contra mí? Si las quieren tomar, bien pronto volveré estas represalias sobre su propia cabeza. (Joel 4, 4)

  • Cambiaré sus fiestas en velorio y sus cantos en lamentos. Haré que todo el mundo se vista de saco y que todos se rapen la cabeza. Ese día habrá tanto pesar como en los funerales de un hijo único; y el porvenir no será menos amargo. (Amós 8, 10)

  • Vi al Señor, de pie junto al altar, que decía: «Rompe las columnas para que se hunda el techo y les parta a todos la cabeza; y si alguno llega a salvarse, lo mataré a espada; pues ninguno de ellos podrá huir, no escapará nadie con vida. (Amós 9, 1)

  • Ya viene, para todas las naciones, el día de Yavé: como tú has hecho, así se te hará; sobre tu cabeza recaerá tu merecido. (Abdías 1, 15)

  • Me subían las aguas hasta el cuello, el abismo me rodeaba, las algas se enredaban en mi cabeza. (Jonás 2, 6)

  • Entonces Yavé Dios hizo brotar una planta de ricino que creció por encima de Jonás para dar sombra a su cabeza y así calmarlo de su enojo. Jonás se alegró mucho por la planta. (Jonás 4, 6)

  • Pues llegas en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Al opresor le rompes la cabeza y lo arrasas hasta sus cimiento. (Habacuc 3, 13)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina