Encontrados 193 resultados para: aquéllos

  • Yo, Yavé, que soy tu Dios desde Egipto, te haré vivir de nuevo en tiendas de campaña, como en aquellos días del Encuentro. (Oseas 12, 10)

  • Hasta sobre los siervos y las sirvientas derramaré mi Espíritu en aquellos días. (Joel 3, 2)

  • Entonces serán salvados todos aquellos que invoquen el Nombre de Yavé. Pues unos se salvarán en el cerro Sión, habrá sobrevivientes en Jerusalén, como lo ha dicho Yavé; allí estarán los que llame Yavé. (Joel 3, 5)

  • En aquellos días traeré de vuelta a los cautivos de Judá y de Jerusalén. (Joel 4, 1)

  • En aquellos días los montes destilarán vino, y de las colinas manará leche; en todos los torrentes de Judá correrá el agua y una fuente saldrá de la Casa de Yavé para regar el valle de las acacias. (Joel 4, 18)

  • ¡Qué decepción para aquellos que suspiran por el día en que vendrá Yavé! ¿Cómo será ese día para ustedes? Será un día de tinieblas, no de luz. (Amós 5, 18)

  • Aquellos hombres tuvieron gran miedo y le dijeron: «¿Qué es lo que has hecho?» Pues ahora esos hombres sabían que huía de la presencia de Yavé. (Jonás 1, 10)

  • Aquellos hombres temieron a Yavé y con gran respeto le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos. (Jonás 1, 16)

  • Después de lo que acabo de oír, me llena de terror lo que vas a hacer, oh Yavé, y que realizarás a los muchos años, que darás a conocer en aquellos días. ¡No olvides tu misericordia en el tiempo de tu enojo! (Habacuc 3, 2)

  • Ese día ya no tendrás que avergonzarte de todas esas faltas que cometes contra mí, pues de en medio de ti yo arrancaré a aquellos que se jactan de su orgullo y tú no seguirás vanagloriándote de mi montaña santa. (Sofonías 3, 11)

  • Aquellos que queden de Israel no cometerán injusticias; no hablarán para engañar, ni se hallará falsedad en su boca. Entonces serán como el rebaño que pasta y que descansa, y no habrá quién los perturbe. (Sofonías 3, 13)

  • Yo dije: «¿Qué vienen a hacer aquellos hombres?», y él me explicó: «Esos cuernos son las naciones que han dispersado a Judá, sin que nadie pudiera resistirles. Pero éstos han venido para aterrorizarlos, para acabar con el poderío de las naciones que han lanzado sus fuerzas contra el país de Judá para dispersar a su gente. (Zacarías 2, 4)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina