Encontrados 74 resultados para: abajo

  • Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. (Evangelio según San Lucas 12, 18)

  • pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.» (Evangelio según San Lucas 22, 32)

  • Pero Jesús les dijo: «Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. (Evangelio según San Juan 8, 23)

  • Después de clavar a Jesús en la cruz, los soldados tomaron sus vestidos y los dividieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. En cuanto a la túnica, tejida de una sola pieza de arriba abajo sin costura alguna, se dijeron: (Evangelio según San Juan 19, 23)

  • Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. (Hecho de los Apóstoles 2, 19)

  • Por eso les aconsejo ahora que se olviden de esos hombres y los dejen en paz. Si su proyecto o su actividad es cosa de hombres, se vendrán abajo. (Hecho de los Apóstoles 5, 38)

  • Como Pedro aún seguía recapacitando sobre la visión, el Espíritu le dijo: «Abajo están unos hombres que te buscan. (Hecho de los Apóstoles 10, 19)

  • ¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore? (2º Carta a los Corintios 11, 29)

  • y tuve que ser descolgado por una ventana muralla abajo, metido en un canasto. Así escapé de sus manos. (2º Carta a los Corintios 11, 33)

  • Pero miren: si echamos abajo algo y luego lo restablecemos, reconocemos que hemos actuado mal. (Carta a los Gálatas 2, 18)

  • Que nadie diga en el momento de la prueba: «Dios me quiere echar abajo.» Porque Dios está a salvo de todo mal y tampoco quiere echar abajo a ninguno. (Carta de Santiago 1, 13)

  • ¿De dónde proceden esas guerras y esas riñas entre ustedes? De aquí abajo, por supuesto; son el fruto de las codicias, que hacen la guerra dentro de ustedes mismos. (Carta de Santiago 4, 1)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina