Encontrados 387 resultados para: Vino

  • Y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» (Evangelio según San Juan 2, 10)

  • Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. (Evangelio según San Juan 3, 19)

  • Jesús volvió a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real en Cafarnaún que tenía un hijo enfermo. (Evangelio según San Juan 4, 46)

  • Había allí un jarro lleno de vino agrio. Pusieron en una caña una esponja empapada en aquella bebida y la acercaron a sus labios. (Evangelio según San Juan 19, 29)

  • Jesús probó el vino y dijo: «Todo está cumplido.» Después inclinó la cabeza y entregó el espíritu. (Evangelio según San Juan 19, 30)

  • Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. (Evangelio según San Juan 20, 24)

  • Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.» (Evangelio según San Juan 20, 26)

  • De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, (Hecho de los Apóstoles 2, 2)

  • Allí vino a verme un tal Ananías, un hombre muy observante de la Ley y muy estimado por todos los judíos que vivían en Damasco. (Hecho de los Apóstoles 22, 12)

  • El comandante vino y le preguntó: «Dime, ¿eres ciudadano romano?» «Sí», respondió Pablo. (Hecho de los Apóstoles 22, 27)

  • Algunos días después vino Félix con su esposa, Drusila, que era judía. Mandó llamar a Pablo y lo dejó hablar de la fe en Cristo. (Hecho de los Apóstoles 24, 24)

  • Mejor es abstenerse de carne, vino o de cualquier otra cosa, si eso puede ser causa de tropiezo para tu hermano. (Carta a los Romanos 14, 21)


“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina