Encontrados 34 resultados para: Santas

  • Las ropas santas de Aarón pasarán a sus hijos después de su muerte: pasarán a ser suyas el día que sean ungidos y consagrados. (Exodo 29, 29)

  • Así los consagrarás y serán cosas muy santas. Todo lo que las toque quedará santificado. (Exodo 30, 29)

  • eso sí, lo podrá comer y se alimentará de las cosas santas. (Levítico 21, 22)

  • «Enseña a Aarón y a sus hijos cuándo se deben abstener de las cosas santas que los hijos de Israel me consagren, para que no profanen mi santo Nombre: ¡yo soy Yavé! (Levítico 22, 2)

  • en ese caso será impuro hasta la tarde y no comerá de las cosas santas hasta después de haber bañado su cuerpo en agua. (Levítico 22, 6)

  • Pero, cuando se haya puesto el sol, será puro y podrá comer de las cosas santas porque son su alimento. (Levítico 22, 7)

  • Tras éstos caminaron los quehatitas, llevando en hombros las cosas santas; así se armaba la Morada antes de que ellos llegaran. (Números 10, 21)

  • Todo lo que se haya reservado de las ofrendas que hagan los Israelitas a Yavé será considerado como partes santas; te las doy a ti, a tus hijos y a tus hijas: es una ley perpetua. Es una alianza eterna por la sal ante Yavé para ti y para toda tu descendencia contigo". (Números 18, 19)

  • Si han apartado lo mejor, no cometerán por ello ningún pecado. Cuiden pues de no profanar las ofrendas santas de los Israelitas y no morirán". (Números 18, 32)

  • y el gobernador les prohibió comer las cosas santas mientras un sacerdote no consultase a Dios por medio de los Urim y Tumim. (Esdras 2, 63)

  • Luego les dije: «Ustedes están consagrados a Yavé; estos vasos son cosas santas, y esa plata y este oro son ofrendas voluntarias hechas a Yavé, el Dios de nuestros padres. (Esdras 8, 28)

  • El gobernador les prohibió alimentarse de las ofrendas santas reservadas a los sacerdotes hasta que no se presentara un sacerdote para consultar por ellos con el Urim y el Tumim. (Nehemías 7, 65)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina