Encontrados 34 resultados para: Santas

  • Me dijo: "En este lugar los sacerdotes cocerán las víctimas de los sacrificios por el pecado y de los sacrificios de reparación. Allí también cocerán las ofrendas de harina; no tendrán que llevarlas al patio exterior para que las cosas santas no entren así en contacto con el pueblo". (Ezequiel 46, 20)

  • Sus profetas son unos charlatanes dispuestos para cualquier mentira; sus sacerdotes profanan las cosas santas y no respetan la Ley. (Sofonías 3, 4)

  • Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron. (Evangelio según San Mateo 13, 17)

  • La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso. (Evangelio según San Mateo 27, 52)

  • Dios lo resucitó de entre los muertos, y no volverá a conocer muerte ni corrupción. Pues así lo dijo: Les daré las cosas santas, las realidades verdaderas que reservaba para David. (Hecho de los Apóstoles 13, 34)

  • Esta Buena Nuevaanunciada de antemano por sus profetas en las Santas Escrituras (Carta a los Romanos 1, 2)

  • No le entreguen sus miembros, que vendrían a ser como malas armas al servicio del pecado. Por el contrario, ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios. (Carta a los Romanos 6, 13)

  • De igual manera la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo. (1º Carta a los Corintios 7, 34)

  • Que las ancianas igualmente se porten como corresponde a santas mujeres; no sean chismosas ni aficionadas al vino, sino más bien personas de buen consejo. (Carta a Tito 2, 3)

  • De ese modo se adornaban en otros tiempos las santas mujeres que esperaban en Dios y obedecían a sus maridos. (1º Carta de Pedro 3, 5)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina