Encontrados 623 resultados para: Estos

  • No se hagan inmundos con ninguno de estos reptiles que se arrastran: no se hagan impuros con ellos ni dejen que a ustedes los hagan impuros. (Levítico 11, 43)

  • Pasados estos días lo volverá a examinar; si ve que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. El afectado lavará sus vestidos y será puro. (Levítico 13, 6)

  • No cometan estos mismos pecados para que la tierra no los arroje fuera, (Levítico 18, 27)

  • del mismo modo que vomitó a las naciones anteriores a ustedes que cometieron todos estos pecados. (Levítico 18, 28)

  • Si un hombre toma la mujer de su hermano, comete una maldad: ha descubierto la desnudez de su hermano. Estos no tendrán hijos. (Levítico 20, 21)

  • Ustedes guardarán estos preceptos míos, no sea que carguen con un pecado y mueran a consecuencia de esta profanación: ¡yo soy Yavé, y a ustedes los hago santos! (Levítico 22, 9)

  • Junto con estos panes, ustedes ofrecerán siete corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos carneros como víctimas quemadas para Yavé; añadirán la ofrenda y la libación correspondientes y será un sacrificio por el fuego de suave aroma para Yavé. (Levítico 23, 18)

  • Estos panes serán para Aarón y sus hijos, que los comerán en lugar sagrado. Y los tendrán por cosa muy santa entre todos los sacrificio por el fuego para Yavé. Es una ley para siempre. (Levítico 24, 9)

  • En cuanto a las ciudades de los levitas, éstos tendrán siempre derecho de rescate sobre las casas que posean en estas ciudades. (Levítico 25, 32)

  • Nadie podrá consagrar los primogénitos de su ganado, porque éstos ya pertenecen a Yavé. Sean de ganado mayor o menor, pertenecen a Yavé. (Levítico 27, 26)

  • Estos son los mandatos que Yavé dio a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí. (Levítico 27, 34)

  • Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén: Elisur, hijo de Sedeur. (Números 1, 5)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina