Encontrados 2234 resultados para: Ese

  • Entonces ella, dirigiéndose a su padre le dijo: «Perdone, mi señor, si no me pongo de pie ante su presencia, pero me sucede lo que le pasa a las mujeres.» Registró, pues, y no encontró los ídolos. (Génesis 31, 35)

  • Jacob se llenó de miedo y se desesperó. Dividió en dos campamentos a la gente que estaba con él, y lo mismo hizo con el ganado, las ovejas y los camellos, (Génesis 32, 8)

  • Yo no soy digno de todos los favores que me has hecho, ni de la gran bondad que has tenido conmigo. Porque al partir, cuando atravesé el Jordán, no tenía más que mi bastón. Pero ahora, al volver, tengo suficiente como para hacer dos campamentos. (Génesis 32, 11)

  • Pero Jacob contestó: «No, por favor. Si realmente me quieres, acepta el regalo que te ofrezco, pues me he presentado ante ti como ante Dios, y tú me has acogido. (Génesis 33, 10)

  • y Jacob se dirigió a Sucot, donde se construyó una casa e hizo chozas para sus rebaños; a esto se debió que aquel lugar fuese llamado Sucot (o sea, chozas). (Génesis 33, 17)

  • Por ese mismo entonces murió Débora, la nodriza de Rebeca, y fue sepultada cerca de Betel, bajo la encina que después se llamó Bacut (o sea, Llanto). (Génesis 35, 8)

  • Disón, Eser y Disán. Estos son los jefes de los joritas, hijos de Seir, en el país de Edom. (Génesis 36, 21)

  • Estos son los hijos de Disón: Hamdam, Esebán, Jetrán y Caram. (Génesis 36, 26)

  • Los hijos de Eser fueron: Balaán, Zaván y Acán. (Génesis 36, 27)

  • Estos son los jefes joritas: el jefe Lotán, el jefe Sebal, el jefe Sibón, el jefe Aná, el jefe Disón, el jefe Eser, el jefe Disán. (Génesis 36, 29)

  • Su padre, que también lo escuchaba, lo reprendió y le dijo: «¿Qué sueño es ese que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos tendremos que inclinarnos ante ti?» (Génesis 37, 10)

  • Como tres meses después, le contaron a Judá: «Tu nuera Tamar se ha prostituido, y ahora está esperando un hijo.» Entonces dijo Judá: «Llévenla afuera y que sea quemada viva.» (Génesis 38, 24)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina