Encontrados 1697 resultados para: Entonces

  • Entonces tomaron la túnica de José y, degollando un cabrito, la tiñeron con su sangre. (Génesis 37, 31)

  • Entonces Judá dijo a Onán: « Cumple con tu deber de cuñado, y toma a la esposa de tu hermano para darle descendencia a tu hermano.» (Génesis 38, 8)

  • Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: «Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que mi hijo Sela se haga mayor». Porque Judá tenía miedo de que Sela muriera también, al igual que sus hermanos. Tamar se fue y se quedó en la casa de su padre. (Génesis 38, 11)

  • Ella entonces se sacó sus ropas de viuda, se cubrió con un velo, y con el velo puesto fue a sentarse a la entrada de Enaín, que está en el camino a Timna, pues veía que Sela era ya mayor, y todavía no la había hecho su mujer. (Génesis 38, 14)

  • Entonces preguntó a la gente del lugar: «¿Dónde está la prostituta que se sienta en Enaín, al borde del camino?» Le respondieron: «Nunca ha habido prostituta alguna por allí.» (Génesis 38, 21)

  • Como tres meses después, le contaron a Judá: «Tu nuera Tamar se ha prostituido, y ahora está esperando un hijo.» Entonces dijo Judá: «Llévenla afuera y que sea quemada viva.» (Génesis 38, 24)

  • Preguntó entonces a esos oficiales de Faraón que estaban con él en la prisión: «¿Por qué amanecieron con tan mala cara?» (Génesis 40, 7)

  • Pero las siete vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas y hermosas. Entonces Faraón se despertó. (Génesis 41, 4)

  • Entonces el jefe de los que preparan las bebidas pidió la palabra y dijo a Faraón: «Me estoy acordando de una falta mía. (Génesis 41, 9)

  • Faraón entonces mandó traer a José. Fue sacado rápidamente de la cárcel, lo afeitaron y cambiaron de ropa, y lo presentaron a Faraón. (Génesis 41, 14)

  • Pero una vez que las tuvieron en su vientre, no se notaba en absoluto, pues seguían tan flacas y feas como antes. Entonces me desperté. (Génesis 41, 21)

  • Los hermanos de José - diez de ellos-, bajaron entonces a Egipto para comprar trigo; (Génesis 42, 3)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina