Encontrados 1697 resultados para: Entonces

  • Entonces Jacob se enojó y reprochó a Labán: «¿Cuál es mi delito? ¿Cuál ha sido mi pecado, para que así me persigas? (Génesis 31, 36)

  • Entonces Jacob juró por el Dios Terrible de su padre Isaac. Jacob ofreció un sacrificio en el monte y convidó a comer a todos sus hermanos. Comieron y pasaron la noche en el monte. (Génesis 31, 54)

  • Y Jacob se quedó solo. Entonces alguien luchó con él hasta el amanecer. (Génesis 32, 25)

  • Entonces Jacob le hizo la pregunta: «Dame a conocer tu nombre» Él le contestó: «¿Mi nombre?¿Para qué esta pregunta?» Y allí mismo lo bendijo. (Génesis 32, 30)

  • En cierto momento, Jacob vio algo: era Esaú que se acercaba con los cuatrocientos hombres. Distribuyó entonces a los hijos entre Lía, Raquel y las dos siervas. (Génesis 33, 1)

  • Entonces se acercaron las siervas de Jacob con sus hijos, e hicieron profunda reverencia; (Génesis 33, 6)

  • Entonces Siquem dijo a su padre Hamor: «Toma para mí a esa joven.» (Génesis 34, 4)

  • Entonces daremos a nuestras hijas y tomaremos las de ustedes, viviremos con ustedes y con ustedes formaremos un solo pueblo. (Génesis 34, 16)

  • Dijo entonces Jacob a Simeón y a Leví: «Me han dejado en mala situación, y por culpa de ustedes me odiarán los cananeos y los fereceos que ocupan el país. Yo sólo tengo unos pocos hombres, y si ellos se unen para atacarme, me exterminarán junto con toda mi gente.» (Génesis 34, 30)

  • Por ese mismo entonces murió Débora, la nodriza de Rebeca, y fue sepultada cerca de Betel, bajo la encina que después se llamó Bacut (o sea, Llanto). (Génesis 35, 8)

  • Estábamos nosotros atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantaba y permanecía derecha. Entonces las gavillas de ustedes la rodearon y se postraron ante la mía.» (Génesis 37, 7)

  • Entonces Judá dijo a sus hermanos: «¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y tapar su sangre? (Génesis 37, 26)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina