Encontrados 106 resultados para: Doy

  • Tuyo será también lo que se reserva de las ofrendas de los israelitas, de cualquier ofrenda mecida; te lo doy a ti, a tus hijos y a tus hijas como ley perpetua. Cualquiera que esté puro en tu casa, lo podrá comer. (Números 18, 11)

  • Te doy además las primicias que los Israelitas presentan a Yavé, lo mejor del aceite, del vino nuevo y del trigo. (Números 18, 12)

  • Te doy los primeros productos de la tierra que ellos lleven a Yavé. Cualquiera que esté puro en tu casa los podrá comer. (Números 18, 13)

  • Todo lo que se haya reservado de las ofrendas que hagan los Israelitas a Yavé será considerado como partes santas; te las doy a ti, a tus hijos y a tus hijas: es una ley perpetua. Es una alianza eterna por la sal ante Yavé para ti y para toda tu descendencia contigo". (Números 18, 19)

  • A los hijos de Leví les doy como herencia todos los diezmos de Israel, a cambio del servicio que presten, es decir, del servicio de la Tienda de las Citas. (Números 18, 21)

  • El diezmo que los israelitas separan en honor de Yavé, se los doy a los Levitas como parte de su herencia. Por eso les he dicho que no tendrán heredad entre los Israelitas. (Números 18, 24)

  • Por eso, guardarán todos estos mandamientos que yo les doy, para que sean fuertes y tomen posesión de la tierra a donde van a pasar para apoderarse de ella. (Deuteronomio 11, 8)

  • Nunca faltarán pobres en este país, por esto te doy yo este mandato: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra. (Deuteronomio 15, 11)

  • Acuérdate de que tú también fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que Yavé, tu Dios, te dio la libertad: por esto hoy te doy este mandato. (Deuteronomio 15, 15)

  • Este mandamiento que yo te doy no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. (Deuteronomio 30, 11)

  • Vean ahora que Yo, sólo Yo soy, y que no hay más Dios que yo. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero, y soy yo mismo el que sano, y no hay quien se libre de mi mano. (Deuteronomio 32, 39)

  • «Sube a los cerros de los Abarim, en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel. Morirás en el cerro al que vas a subir, (Deuteronomio 32, 49)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina