Encontrados 1852 resultados para: Dor

  • Tratándose de los ángeles, encontramos palabras como éstas: Dios envía a sus ángeles como espíritus, y a sus servidores como llamas ardientes. (Carta a los Hebreos 1, 7)

  • Moisés actuaba en toda la casa de Dios como fiel servidor, dando a conocer lo que le habían dicho. (Carta a los Hebreos 3, 5)

  • Así había de ser nuestro Sumo Sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos. (Carta a los Hebreos 7, 26)

  • Pero ahora Jesús celebra una liturgia tanto superior cuanto es mediador de una alianza mucho mejor y que promete mejores beneficios. (Carta a los Hebreos 8, 6)

  • Por eso Cristo es el mediador de un nuevo testamento o alianza. Por su muerte fueron redimidas las faltas cometidas bajo el régimen de la primera alianza, y desde entonces la promesa se cumple en los que Dios llame para la herencia eterna. (Carta a los Hebreos 9, 15)

  • Cuando hay un testamento, se debe esperar a la muerte del testador. (Carta a los Hebreos 9, 16)

  • El testamento no tiene fuerza mientras vive el testador, y la muerte es necesaria para darle validez. (Carta a los Hebreos 9, 17)

  • de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado. (Carta a los Hebreos 9, 28)

  • Por la fe celebró la Pascua y rociaron con sangre las puertas para que el exterminador no diera muerte a sus hijos primogénitos. (Carta a los Hebreos 11, 28)

  • Por la fe cayeron los muros de Jericó, después de dar la vuelta a su alrededor durante siete días. (Carta a los Hebreos 11, 30)

  • a Jesús, el mediador de la nueva alianza, llevando la sangre que purifica y que clama a Dios con más fuerza que la sangre de Abel. (Carta a los Hebreos 12, 24)

  • pues nuestro Dios es fuego devorador. (Carta a los Hebreos 12, 29)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina