Encontrados 142 resultados para: Daniel en el foso de los leones
Adóralo, pues.» Respondió Daniel: «Yo adoro al Señor, mi Dios, porque él es un Dios vivo. Dame autorización y yo mataré a este dragón sin espada ni palo.» (Daniel 14, 25)
Entonces Daniel tomó resina, grasa y pelos y lo coció junto, hizo unas bolas y las metió en el hocico de la serpiente, que reventó en cuanto las tragó. Y Daniel dijo: «Esto es lo que ustedes adoraban. (Daniel 14, 27)
Se presentaron luego al rey y le dijeron: «Entréganos a Daniel; si no, te mataremos a ti y a todos los tuyos. (Daniel 14, 29)
Entonces el rey, al verse en peligro por su violencia, se vio obligado a entregarles a Daniel. (Daniel 14, 30)
Ellos lo echaron en el foso de los leones, donde estuvo seis días. (Daniel 14, 31)
En ese foso había siete leones a los que daban diariamente dos cuerpos humanos y dos ovejas; pero entonces no les dieron nada con el fin de que devoraran a Daniel (Daniel 14, 32)
Pero el ángel del Señor dijo a Habacuq: «Lleva la comida que preparaste a Babilonia, para Daniel, que está en el foso de los leones. (Daniel 14, 34)
Habacuq dijo: «Señor, jamás he visto Babilonia y no sé dónde está el foso.» (Daniel 14, 35)
Pero el ángel del Señor lo tomó por la cabeza y llevándolo de los cabellos lo puso en Babilonia, junto al foso, con la rapidez de un espíritu. (Daniel 14, 36)
Habacuq gritó: «Daniel, Daniel, toma la comida que te manda Dios.» (Daniel 14, 37)
Daniel exclamó: «Oh Dios, te acordaste de mí y no has desamparado a los que te aman.» (Daniel 14, 38)
El séptimo día vino el rey a llorar a Daniel; se acercó al foso, miró y vio a Daniel sentado allí. (Daniel 14, 40)
