Encontrados 228 resultados para: Carne

  • Todo eso quiere ser sabiduría, religión, humildad y desprecio del cuerpo, pero no sirve de nada cuando la carne se rebela. (Carta a los Colosenses 2, 23)

  • Sin lugar a dudas, es grande el misterio de la Bondad: El se ha manifestado en la carne; rehabilitado por el Espíritu, ha sido presentado a los ángeles. Proclamado a todas las naciones y creído en el mundo, ya fue elevado y glorificado. (1º Carta a Timoteo 3, 16)

  • Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo. (Carta a los Hebreos 2, 14)

  • él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. (Carta a los Hebreos 10, 20)

  • Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mayor razón al Padre de los espíritus para tener vida? (Carta a los Hebreos 12, 9)

  • Pues toda carne es como hierba y su gloria como flor del campo. La hierba se seca y la flor se cae, (1º Carta de Pedro 1, 24)

  • Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo esta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu. (1º Carta de Pedro 3, 18)

  • Dado que Cristo padeció en su carne, háganse fuertes con esta certeza: el que ha padecido en su carne ha roto con el pecado. (1º Carta de Pedro 4, 1)

  • ¿Quieren reconocer al espíritu de Dios? Todo espíritu que reconoce a Jesús como el Mesías que ha venido en la carne, habla de parte de Dios. (1º Carta de Juan 4, 2)

  • En este mundo se han presentado muchos seductores, que no reconocen a Jesús como el Mesías venido en la carne. En eso mismo se reconoce al impostor y al anticristo. (2º Carta de Juan 1, 7)

  • Vengan y devoren carne de reyes, de generales, de hombres valientes; devoren al caballo con su jinete, a hombres libres y esclavos, a pequeños y grandes.» (Apocalipsis 19, 18)

  • Todos los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de su carne. (Apocalipsis 19, 21)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina