Encontrados 193 resultados para: Aquellos

  • En aquellos días, el rey Nabucodonosor declaró la guerra al rey Arfaxad en la gran llanura que está en Ragau. (Judit 1, 5)

  • Aquellos hombres se presentaron ante Holofernes y le transmitieron estas palabras. (Judit 3, 5)

  • «Señor, Dios de mi padre Simeón, a él le diste una espada para castigar a aquellos extranjeros que violaron a una virgen ultrajándola, que desnudaron su cuerpo para su propia vergüenza y que profanaron su seno para su propia deshonra. Ellos hicieron eso, aunque tú dijiste: (Judit 9, 2)

  • Aquellos hombres, al oírla hablar y ver su extraordinaria belleza, le dijeron: (Judit 10, 14)

  • Entonces mis humildes clamaron y aquéllos temieron; mis débiles gritaron y aquéllos abandonaron el campo. (Judit 16, 11)

  • Los montes y las aguas se conmoverán, las rocas se derretirán como cera; pero tú siempre te mostrarás bueno con aquellos que te temen. (Judit 16, 15)

  • Pasados aquellos días, cada uno volvió a su casa. Judit regresó a Betulia y se dedicó a su hacienda. Fue famosa en todo el país hasta el día de su muerte. (Judit 16, 21)

  • Los dos dragones somos Amán y yo. Las naciones son aquellos que se organizaron para hacer desaparecer a la nación judía. (Ester 10, 8)

  • tapar la boca de aquellos que te alaban, acabar con tu altar y la gloria de tu casa, y en cambio permitir que los paganos ensalcen a sus dioses, que son nada, y admiren para siempre a un rey mortal. (Ester 14, 10)

  • Muy a menudo, aquellos que ejercen el poder se han hecho cómplices del asesinato de inocentes y se han visto arrastrados a desgracias irreparables por haber confiado a sus amigos la administración de los asuntos públicos y haberse dejado influenciar por ellos, (Ester 16, 5)

  • Y aquellos tres hombres dejaron de replicar a Job porque lo creían justo. (Job 32, 1)

  • No aplastes a aquellos que te son extraños, para poner en su lugar a tus parientes; (Job 36, 20)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina