Encontrados 3771 resultados para: �cómo

  • Será como serpiente en el camino, como víbora en el sendero, que muerde los talones del caballo, y hace caer de espaldas al jinete. (Génesis 49, 17)

  • o sea, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en el país de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de su propiedad para sepulturas. (Génesis 49, 30)

  • Faraón le mandó a decir: «Sube y entierra a tu padre, tal como te hizo jurar.» (Génesis 50, 6)

  • así como toda la familia de José, sus hermanos y la familia de su padre. Tan sólo dejaron en el país de Gosén a sus niños, sus rebaños y demás animales. (Génesis 50, 8)

  • Lo trasladaron al país de Canaán y lo sepultaron en la cueva que hay en el campo de Macpelá, frente a Mambré, campo que Abraham había comprado a Efrón el hitita, como su propiedad para sepulturas. (Génesis 50, 13)

  • Las parteras respondieron: «Es que las mujeres hebreas no son como las egipcias. Son más robustas y dan a luz antes de que llegue la partera.» (Exodo 1, 19)

  • Como no podía ocultarlo por más tiempo, tomó un canasto de papiro, lo recubrió con alquitrán y brea, metió en él al niño y lo puso entre los juncos, a la orilla del río Nilo. (Exodo 2, 3)

  • Habiendo crecido el niño, ella lo llevó a la hija de Faraón, y pasó a ser para ella como su hijo propio. Ella lo llamó Moisés, pues, dijo, «lo he sacado de las aguas.» (Exodo 2, 10)

  • Tiempo después, siendo Moisés ya mayor, se preocupó por sus hermanos y entonces fue cuando comprobó sus penosos trabajos. Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos. (Exodo 2, 11)

  • Miró a uno y otro lado, y como no viera a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. (Exodo 2, 12)

  • Y él le contestó: «¿Quién te ha puesto de jefe y juez sobre nosotros? ¿Y por qué no me matas como mataste al egipcio?» Moisés tuvo miedo, pues pensó: «Este asunto ya se sabe.» (Exodo 2, 14)

  • Vinieron una niñas para sacar agua, eran las siete hijas de un sacerdote de Madián. Como llenaran las piletas para dar de beber a las ovejas de su padre, (Exodo 2, 16)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina