Encontrados 1397 resultados para: �Casa

  • En cada casa en que lo coman ustedes tomarán de su sangre para untar los postes y la parte superior de la puerta. (Exodo 12, 7)

  • Tomen un manojo de hisopo mojado con la sangre y marquen los dos postes y la parte superior de la puerta. Y luego ninguno de ustedes saldrá de su casa hasta la mañana. (Exodo 12, 22)

  • Faraón se levantó de noche, y con él toda su gente y todos los egipcios. Se oyó un clamor grande por todo Egipto, pues no había casa donde no hubiera algún muerto. (Exodo 12, 30)

  • El cordero se comerá dentro de la casa; no se sacará afuera ni un solo pedazo, ni le quebrarán ningún hueso. (Exodo 12, 46)

  • Si algún extranjero residente quiere celebrarla, tienen que circuncidarse los varones de su casa; entonces podrá participar como cualquier persona del país. El que no esté circuncidado no puede comerla: (Exodo 12, 48)

  • Moisés dijo al pueblo: «Ustedes celebrarán este día en que salieron de Egipto, de la casa de la esclavitud, al sacarlos Yavé de ese lugar con mano fuerte. Este día no comerán pan fermentado. (Exodo 13, 3)

  • Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: ¿Qué significa esto? Le dirás: Yavé nos ha sacado de Egipto, de la casa de la esclavitud, con mano fuerte; (Exodo 13, 14)

  • Acuérdense de que Yavé les ha dado el sábado, y por esto el día sexto les ha doblado la ración. Quédense cada uno en su casa y que nadie se mueva el día séptimo.» (Exodo 16, 29)

  • No codicies la casa de tu prójimo. No codicies su mujer, ni sus servidores, su buey o su burro. No codicies nada de lo que le pertenece.» (Exodo 20, 17)

  • el dueño lo llevará ante Dios y acercándolo a los postes de la puerta de su casa le horadará la oreja con su punzón y este hombre quedará a su servicio para siempre. (Exodo 21, 6)

  • Si la casa con su hijo, le dará el trato de una joven libre. (Exodo 21, 9)

  • Si se casa con ella y, después, con otra, no le disminuirá a la primera ni el vestido ni los derechos conyugales. (Exodo 21, 10)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina