Salmos, 7

Biblia Latinoamericana

2 Señor, Dios mío, en ti yo me refugio, líbrame de mis perseguidores, sálvame.

3 No sea que me atrape como un león, y me arrastre sin que nadie me salve.

4 Señor Dios mío, si he actuado mal, si ha manchado mis manos la maldad,

5 si he devuelto mal por bien, o despojado sin razón a mi contrario,

6 que mi enemigo me persiga y me alcance, que aplaste mi persona contra el suelo y esparza por el polvo mis entrañas.

7 Enójate, Señor, y ponte de pie, haz frente al furor de mis opresores. Despiértate, oh Dios, para abrir el juicio.

8 Que la asamblea de las naciones te rodee, y presídela tú, desde lo alto.

9 Tú que juzgas a las naciones, proclama, Señor, mi rectitud y reconoce mi inocencia.

10 Pon fin a la maldad y a los malvados, y fortalece tú al justo, pues las mentes y los corazones tú sondeas, tú que eres un Dios justo.

11 Dios es el escudo que me cubre, él, que salva a los de recto corazón.

12 Dios es un juez justo, atento siempre para castigar. Arrepiéntanse, o tengan cuidado:

13 El Señor tiene su espada afilada, su arco tenso y la flecha apuntando.

14 Tiene en su mano, siempre preparadas, armas mortíferas y flechas encendidas.

15 Miren al hombre preñado de malicia: Concibe la desgracia y da a luz el fracaso

16 Cava una fosa y la hace profunda, pero en la trampa que ha hecho caerá.

17 Su maldad le recae en la cabeza y le rebota en la cara su violencia.

18 Yo alabaré al Señor por su justicia y cantaré al Nombre del Altísimo.




Versículos relacionados com Salmos, 7:

El Salmo 7 es una oración de David, en la que llora a Dios para liberarlo de sus enemigos. Expresa su confianza en la justicia de Dios y le pide que juzgue su causa. Los siguientes versos están relacionados con los temas abordados en este Salmo:

Salmo 3:4 - "Con mi voz lloro al Señor, y él de su santidad me responde". Así como David llora a Dios en su aflicción, el salmista aquí también expresa su confianza en la respuesta de Dios a su grito.

Salmo 17:6 - "Te invoide, oh Dios, porque me respondes; incluyen tus oídos para mí y escucha mi discurso". David le pide a Dios que escuche su causa en medio de la persecución, y aquí el salmista hace lo mismo.

Salmo 28:1 - "Para ti, oh Señor, lloro; eres mi roca; no me vayas a ti; no te pases, en silencio sobre mí, que sea similar a los que descienden a la tumba". Así como David confía en Dios como su roca y salvación, el salmista llora a Dios que no se calme en su aflicción.

Salmo 35:23 - "¡Despierta y despierta a mi defensa, a mi causa, Dios mío y mi Señor!" David le pide a Dios que se despierte para juzgar su causa y defender su justicia, y aquí el salmista hace lo mismo.

Salmo 55:16-17- "En cuanto a mí, invocaré a Dios, y el Señor me salvará. Por la tarde, y por la mañana, y al mediodía, rezaré; y lloraré, y él escuchará Mi voz." David grita a Dios en todo momento, y aquí el salmista expresa su intención de hacer lo mismo para ser escuchado por Dios en su causa.


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