4. «¡Oh Señor, nuestro rey, tú eres el Unico! Ven, pues, en mi socorro, que estoy sola y no tengo otra ayuda sino a ti, ahora que mi vida está en peligro.





“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina