12. El hombre respondió: «No mataría al hijo del rey ni aunque me hubieras puesto en las manos mil monedas de plata, pues estábamos presentes cuando el rey les ordenó a ustedes que por amor a él no mataran a Absalón.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina