13. Cuando alguien ofrecía un sacrificio, y mientras se estaba cociendo la carne, venía el mozo del sacerdote con un tenedor de tres dientes en la mano,





“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina