18. Los elementos se intercambiaban sus propiedades, como los instrumentos de cuerda cambian su ritmo, conservando, sin embargo, su tonalidad; lo cual se puede claramente ver con el examen cuidadoso de los hechos,





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina