10. Ella guió por senderos rectos al justo, que huía de la ira de su hermano; le mostró el reino de Dios y le dio conocimiento de las cosas santas; le hizo prosperar en sus fatigas y multiplicó el fruto de sus trabajos;





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina