31. Arrancará luego todas las grasas, como se arrancan en el sacrificio de reconciliación, y el sacerdote las quemará sobre el altar en perfume agradable al Señor. El sacerdote hará el rito de absolución sobre este hombre, que alcanzará el perdón por su pecado.





“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina