28. Ellos, entonces, gritaban más fuerte, y según su costumbre, se hacían cortes con espadas y lanzas, hasta chorrear sangre por su cuerpo.





“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina