Ezequiel, 37
7. Yo profeticé como me había ordenado, y mientras profetizaba se sintió un ruido; hubo un estremecimiento y los huesos se juntaron unos a otros.
7. Yo profeticé como me había ordenado, y mientras profetizaba se sintió un ruido; hubo un estremecimiento y los huesos se juntaron unos a otros.
“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina