12. Como se le cansaban los brazos a Moisés, tomaron una piedra y se la pusieron debajo. Él se sentó encima, y Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De este modo los brazos de Moisés se sostuvieron en alto hasta la puesta del sol.





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina