27. Sus habitantes, con las manos caídas, están aterrorizados, avergonzados: son como el pasto de los campos y la gramilla verde, como la hierba de los techos o el grano agostado antes de madurar.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina