Eclesiastés, 7
9. No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo se alberga en el pecho de los necios.
9. No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo se alberga en el pecho de los necios.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina