Encontrados 111 resultados para: tener

  • Saray dijo a Abrán: "Mira, el Señor me ha hecho estéril; llévate a mi esclava. Quizá yo pueda tener hijos por ella". Abrán escuchó a Saray. (Génesis 16, 2)

  • Yo la bendeciré y te haré tener de ella un hijo. Yo la bendeciré, y de ella nacerán pueblos y saldrán reyes". (Génesis 17, 16)

  • Abrahán rezó a Dios, y Dios curó a Abimelec, a su mujer y a sus siervos para que de nuevo pudieran tener hijos; (Génesis 20, 17)

  • Volvió a concebir y dio a luz un cuarto hijo, y dijo: "Esta vez alabaré al Señor". Por eso le llamó Judá. Después dejó de tener hijos. (Génesis 29, 35)

  • Entonces Lía, viendo que había dejado de tener hijos, tomó a Zilpa, su esclava, y se la dio a Jacob por mujer. (Génesis 30, 9)

  • Judá los examinó y dijo: "Ella es más justa que yo, porque yo no le he dado por esposo a mi hijo Selá". Y ya no volvió a tener relaciones con ella. (Génesis 38, 26)

  • Ninguno de vosotros se acercará a mujer de su propia familia para tener relaciones sexuales con ella: yo, el Señor. (Levítico 18, 6)

  • su tío, su primo o un pariente cercano, lo podrá rescatar; y si llega a tener medios, puede rescatarse a sí mismo. (Levítico 25, 49)

  • Pero si el padre, al tener conocimiento de ello, lo desaprueba, entonces todos sus votos y todas las obligaciones contraídas son nulos, y el Señor la perdonará, pues ha sido su padre quien se ha opuesto. (Números 30, 6)

  • Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, te hayas posesionado de ella y vivas en ella, si quieres tener un rey como lo tienen todos los pueblos de alrededor, (Deuteronomio 17, 14)

  • Pero ese rey no debe tener muchos caballos ni enviar de nuevo gente a Egipto para aumentar su caballería, pues el Señor, tu Dios, ha dicho: No volváis nunca jamás por ese camino. (Deuteronomio 17, 16)

  • No debe tener muchas mujeres, para que no se desvíe su corazón, ni grandes cantidades de oro o plata. (Deuteronomio 17, 17)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina