Encontrados 100 resultados para: ninguna

  • Preguntó a las gentes del lugar: "¿Dónde está la prostituta que estaba en Enáyim junto al camino?". Y ellos le respondieron: "Jamás hubo aquí ninguna prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Les dijo: "Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador". (Exodo 15, 26)

  • Y si no hace ninguna de estas tres cosas, la esclava podrá irse sin rescate, sin pagar nada. (Exodo 21, 11)

  • Ninguna ofrenda que hagáis al Señor deberá estar preparada con levadura, pues ni el fermento ni la miel pueden ser quemados en honor del Señor. (Levítico 2, 11)

  • No se podrá comer ninguna víctima de un sacrificio por el pecado, cuya sangre haya entrado en la tienda de la reunión para hacer el rito de absolución en el santuario: será quemada en el fuego". (Levítico 6, 23)

  • No os manchéis con ninguna de estas prácticas, como se han manchado las naciones que yo echo delante de vosotros. (Levítico 18, 24)

  • Guardad mis leyes y mis mandamientos, no cometáis ninguna de estas infamias, ni el indígena, ni el extranjero residente. (Levítico 18, 26)

  • Si no hubiera sido rescatado de ninguna de estas maneras, saldrá libre el año del jubileo junto con sus hijos. (Levítico 25, 54)

  • Ninguna cosa de su propiedad -hombres, animales o campos de propiedad hereditaria- que uno consagre al Señor podrá ser vendida o rescatada. Lo que se consagra al Señor es cosa santísima y pertenece al Señor. (Levítico 27, 28)

  • Ninguna persona consagrada al Señor podrá ser rescatada; tendrá que morir. (Levítico 27, 29)

  • y el vengador de sangre lo encuentra fuera del territorio de su ciudad de refugio, podrá matarlo sin ninguna responsabilidad, (Números 35, 27)

  • Pero el séptimo es descanso para el Señor, tu Dios: no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el extranjero residente; de esta manera podrán descansar tu siervo y tu sierva lo mismo que tú. (Deuteronomio 5, 14)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina