Encontrados 33 resultados para: demasiado

  • El Faraón dijo: "Bien, os dejaré ir al desierto a ofrecer sacrificios a vuestro Dios, pero con la condición de que no os alejéis demasiado. ¡Rezad por mí!". (Exodo 8, 24)

  • Si la familia es demasiado pequeña para consumir el cordero entero, se pondrá de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. (Exodo 12, 4)

  • Te agotarás tú y el pueblo que está contigo, porque es una carga demasiado pesada para ti. Ese cometido no puedes hacerlo tú solo. (Exodo 18, 18)

  • El Señor se dirigió a Moisés después de la muerte de los hijos de Aarón, que murieron por haberse acercado demasiado al Señor, (Levítico 16, 1)

  • Yo solo no puedo soportar a este pueblo; pesa demasiado. (Números 11, 14)

  • Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: "¡Esto ya es demasiado! Si todos los miembros de la comunidad son santos y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué os levantáis vosotros por encima de toda la asamblea del Señor?". (Números 16, 3)

  • Podrá darle hasta cuarenta golpes, pero no más, para que no sufra un castigo demasiado duro y se sienta humillado ante vosotros. (Deuteronomio 25, 3)

  • Josué les respondió: "Si sois un pueblo tan numeroso, subid a la selva y roturad allí a vuestro gusto en la tierra de los fereceos y los refaimitas, ya que la montaña de Efraín es demasiado pequeña para vosotros". (Josué 17, 15)

  • se tomó de la parte asignada a Judá, porque ésta era demasiado grande; por eso los de Simeón tenían su heredad en medio de Judá. (Josué 19, 9)

  • Volveos, hijas mías, marchaos. Soy demasiado vieja para volverme a casar. Y aunque pudiese decir: tengo todavía esperanza, concebiré esta noche y tendré hijos, (Rut 1, 12)

  • El ángel del Señor volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "Levántate y come, pues te resta un camino demasiado largo para ti". (I Reyes 19, 7)

  • El rey de Moab, viendo que la lucha era demasiado recia para sus fuerzas, tomó consigo setecientos hombres que empuñaban espada para abrir una brecha contra el rey de Edón, pero no lo consiguió. (II Reyes 3, 26)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina