25. Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu que había en él y se lo dio a los sententa ancianos. Y en cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a hacerlo más.





“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina