Joel, 1

La Biblia de Jerusalén

1 Palabra de Yahveh que fue dirigida a Joel, hijo de Petuel.

2 ¡Oíd esto, ancianos, prestad oído, habitantes todos de la tierra! ¿Sucedió algo semejante en vuestros días, o en los días de vuestros padres?

3 Contádselo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.

4 Lo que dejó la oruga lo devoró la langosta, lo que dejó la langosta lo devoró el pulgón, lo que dejó el pulgón lo devoró el saltón.

5 ¡Despertad, borrachos, y llorad, gemid todos los bebedores de vino, por el licor que se os ha quitado de la boca!

6 Porque una nación ha subido contra mi tierra, fuerte e innumerable: sus dientes son dientes de león, y tienen muelas de leona.

7 En desolación ha dejado mi viña, destrozada mi higuera: la ha pelado del todo y derribado, y sus ramas han quedado blancas.

8 ¡Suspira tú como virgen ceñida de sayal por el esposo de su juventud!

9 Oblación y libación han sido arrancadas de la Casa de Yahveh. En duelo están los sacerdotes, los ministros de Yahveh.

10 El campo ha sido arrasado, en duelo está el suelo, porque el grano ha sido arrasado, ha faltado el mosto, y el aceite virgen se ha agotado.

11 ¡Consternaos, labradores, gemid, viñadores, por el trigo y la cebada, porque se ha perdido la cosecha del campo!

12 Se ha secado la viña, se ha amustiado la higuera, granado, palmera, manzano, todos los árboles del campo están secos. ¡Sí, se ha secado la alegría de entre los hijos de hombre!

13 ¡Ceñíos y plañid, sacerdotes, gemid, ministros del altar; venid, pasad la noche en sayal, ministros de mi Dios, porque a la Casa de vuestro Dios se le ha negado oblación y libación!

14 Promulgad un ayuno, llamad a concejo, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes de la tierra, en la Casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh:

15 «¡Ay, el Día, que está cerca el Día de Yahveh, ya llega como devastación de Sadday!»

16 ¿No ha sido arrancada la comida de delante de nuestros ojos, y de la Casa de nuestro Dios la alegría y el júbilo?

17 Se han podrido los granos bajo los terrones; los graneros han sido devastados, derruidos los silos, porque falta el grano.

18 ¡Cómo muge el ganado, cómo vagan sin rumbo los rebaños de vacas, porque no hay pastor para ellos! ¡Hasta los rebaños de ovejas tienen que expiar!

19 A ti clamo, Yahveh, porque el fuego ha devorado los pastizales del desierto, la llama ha abrasado todos los árboles del campo.

20 Hasta las bestias del campo jadean tras de ti, porque están secas las corrientes de agua, y el fuego ha devorado los pastizales del desierto.




Versículos relacionados com Joel, 1:

El Capítulo 1 del libro de Joel comienza con una descripción de una plaga de saltamontes que devastó la tierra de Judá, causando hambre y miseria a la gente. El Profeta pide que la población se arrepienta y se arrepienta de sus pecados, porque el día del Señor está cerca. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Joel 1:

Amós 4:9: "Feri-vos com queimaduras de vento leste e ferrugem; multiplicou-se o gafanhoto sobre as vossas hortas e vinhas, e sobre as vossas figueiras e oliveiras, a larva consumiu tudo; contudo não vos convertestes a mim, diz El Señor." Este versículo habla sobre la plaga de los saltamontes y otros desastres naturales que Dios envió como juicio sobre el pueblo de Israel, pero que no se arrepintieron de sus pecados.

Isaías 13:6: "Lear, porque, porque el día del Señor está cerca; proviene del Todopoderoso como un don". Justo cuando Joel convoca a las personas para que se arrepientan y se arrepientan ante la plaga de langostas, Isaías también habla sobre el día del Señor, un día de juicio y pincel que está cerca.

Amós 5:16: "Por lo tanto, así dice el Señor, Dios de los anfitriones, el Señor: en todas las calles habrá llanto, y en todas las carreteras dirá, ¡oh! ¡Oh! Sabía cómo llorar". Este versículo también habla sobre el lamento y el llanto antes del día del Señor y el juicio divino.

Job 2:8: "Entonces Job, tomando un fragmento para rasparlo con él, se sentó en medio del gris". Así como la gente de Judá se rompió las túnicas y lloró ante la plaga de langostas, trabajo, en su dolor y sufrimiento, también se rasgó las prendas y se sentó en la ceniza.

Salmo 107:33-34: "Transforma los ríos en desiertos y fuentes en tierra seca; la tierra de la fruta en tierra salada debido a la maldad de sus residentes". Este salmo habla sobre cómo Dios puede transformar una tierra fértil en un desierto árido debido a la maldad de la gente. Esta idea es similar a lo que Joel describió sobre la plaga de saltamontes que devastó la tierra de Judá.


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