23. Toda la asamblea resolvió celebrar la solemnidad por otros siete días, y la celebraron con júbilo siete días más.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina